Santiago Canals, neurocientífico: «Una copa de vino o una pinta de cerveza tiene correlación con un daño cerebral cuantificable»

El investigador del CSIC ha liderado un estudio que muestra que la bebida aumenta su capacidad adictiva cambiando la geometría del cerebro y que las alteraciones que provoca permanecen durante las primeras semanas de abstinencia

Santiago Canals, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante (CSIC), es un científico de prestigio internacional en el estudio de la memoria

La investigación, que se publicó en la revista JAMA Psychiatry, mostró que a las seis semanas de haber abandonado el consumo de alcohol aún seguían produciéndose cambios en la sustancia blanca del cerebro en una muestra de 91 pacientes voluntarios, con una edad media de 46 años hospitalizados en Alemania para su tratamiento de rehabilitación a causa de un trastorno por consumo de alcohol. Para comparar las resonancias magnéticas cerebrales de estos pacientes se utilizó un grupo control sin problemas de bebida, compuesto por 36 varones con una edad media de 41 años.

Más recientemente, este equipo de investigadores han podido reproducir los resultados en una cohorte independiente de pacientes, lo que, detallan, valida los resultados obtenidos. Otra característica diferencial de este estudio es que se llevó a cabo paralelamente en un modelo con ratas ‘Marchigian Sardinian’ con preferencia por el alcohol.

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